Ayer fui al Berghain, o lo que es lo mismo, al Panorama Bar. ¿Que qué es eso? Pues se supone que es el local más guay, "cool", moderno y desfasado de Berlín, solo os digo que está todo permitido excepto llevar cámara de fotos, porque lo que se puede ver allí es como para que se quede allí y no salga a la luz, jeje. Es la discoteca por antonomasia. No se puede estar un año en Berlín y no ir al Panorama, pero claro, eso no es culpa de uno. Y es que el sitio es un tanto exclusivo. Aquí los puertas no se molestan en darte una explicación o razón por la que no te dejen pasar, directamente dicen "porque no". Este tipo de historias me ponen enfermo y paso bastante del tema. Yo había intentado entrar en dos ocasiones, las dos fallidas. Que no puedo entrar, ¡pues me voy al club de al lado!
Pues bien, ayer había fiestón en el Panorama. Y allí que fuimos, pronto, claro, para no tener cola. Claro que si te encuentras a un amigo italiano y te cuelas y solo tienes que esperar 20 minutos, pues mucho mejor.
Y sí chicos, a la tercera fue la vencida. La fiesta, muy bien. El calor, exagerado. El Jägermeister con Red Bull, combinación peligrosa. El croissant relleno de salchicha a las 7 de la mañana, una bendición.
44 días más en Berlín
1 comentario:
party party yeahh
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