sábado, 12 de julio de 2008

Radiohead

El pasado 8 de julio se celebraba en Berlín la festividad de San Thom Yorke, o como lo dirían los ateos y agnósticos, el concierto de Radiohead. Y es que esa gente no es normal (Radiohead, me refiero; los ateos y agnósticos el único problema que tienen es que no han conocido LA verdad).

Puede sonar exagerado, pero no soy el único que decía que después de ver a Radiohead en concierto ya podía morirse en paz. Eso no quiere decir que ahora quiera morirme, sino que ya está tachado de la lista algo que estaba muy muy arriba de ella.

Fuimos al concierto casi todos, tanto fielles incondicionales como amantes de la buena múscia en general. El lugar era también especial, un claro en forma de teatro en medio del bosque (ese era el toque Berlín). La llegada parecía una peregrinación por toda la gente que íbamos en la misma dirección.

Meses (no recuerdo cuántos) guardando la entrada solo para el preciso instante en el que la cortan por la delicada línea de puntos que pone Kontrolle (la elegante entrada no se quedaba ajena a la importancia de la cita). Desde ese momento ya solo queda disfrutar. Disfrutar de la espera, de la gente, de los pins con las mejores imágenes de la iconografía del grupo, de los hombres-cerveza, de las apuestas por saber cuál será la primera canción (un poco friki el tema).

Radiohead salen al escenario, en ese momento concreto la lluvia empieza a hacerse presente de verdad. Para la tercera canción, There There (la primera fue 15 Steps), la lluvia se convirtió en torrencial, lo cual no molestó ni siquiera un poco, no parábamos de gritar que nada nos iba a estropear el momento. Y desde luego que no lo hizo, la lluvia nos permitió disfurtar más, si cabe, de ese momento de locura colectiva en el que nos metimos de repente. La lluvia paró justo después.

Ya mojados todos seguimos disfrutando del resto del concierto. Me sigo sin poder creer que alguien pueda tocar tan bien y hacer que tocar una canción genial tras otra parezca fácil. Una detrás de otra, todas eran buenas, no había niguna que no conociéras o que no te gustara. Tocaron muchas del último disco, vale, pero a mí el último disco me encanta y tampoco pretendo que toquen las mismas canciones de siempre, en todos los conciertos. Faltaron Karma Police, Creep, dicen que también les faltó High and Dry, Just... Pero entonces a mí me faltaron también Pyramid Song, Climbing Up the Wall... y así hasta decirlas todas. Eso sí, pudimos escuchar No Surprises, Paranoid Android o la genial Idioteque (a petición subliminal de Alicia) como gran colofón.

La escenografía no se quedó en un segundo plano. Otro alarde de genialidad. Y es que una buena iluminación puede ser de lo más sencilla (que no simple) y a la vez tremendamente sobrecogedora e impactante, pero sin eclipsar al grupo, lo cual es prácticamente imposible.

¿Cuerpo después del concierto? ¡Que sigan, que sigan, por favor, que no se acabe (nunca)!





p.d.: La entrada que tango guardé, se me perdió. Pero encontré esta otra, que sacia mis ansias como buen Diógenes fetichista que soy. Estaba en el suelo, pisada, un poco mojada, doblada y esperando a que yo la cogiera y me la llevara a casa. La acompaña el simpático demonio llorón... bonita pareja.







37 días más en Berlín

2 comentarios:

Vera dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Vera dijo...

Y si resultase que somos los ateos y agnosticos los unicos que sabemos LA verdad??

Tiene pinta de haber sido un concierto INCREIBLE, por eso todos aqui en madrid te odiamos bastante (pero solo hasta el viernes, que empiece el Summercase)

pasatelo bien

Nos Vemos!!!