argg

Soy de los que odia el calor.
Y 32º en Berlín, es mucho calor.



Todavía me acuerdo cuando llamaba a España en invierno y decía "hoy hace calorcillo, estamos a 13º" u "hoy sí ha hecho frío, hemos estado a 7º bajo cero".

Oyeeeeeeee

Bueno. Ya pasó otra semana.
Este fin de semana estuve en el Melt!, se supone que ahora tendría que escribir un montón de cosas sobre el festival y los conciertos y el ambiente......... pero no

No me apetece, llevo dos días sin dormir (uno por salir demasiado y el otro por trabajar demasiado)

Sólo os comentaré una cosa del festival, o más bien, una persona: Erlend Øye (es complicado conseguir esa "o" tachada). Es el cantante del grupo "The Whitest Boy Alive". Era uno de los grupos que queríamos ver, de hecho, esperamos dos horas y dejamos de lado a Franz Ferdinand por verlo. Y mereció la pena. Yo creo que fue el mejor concierto del festival, o al menos en el que dimos más. Nos lo pasamos genial y el sujeto en cuestión es un personaje de los de cuidado.

El hombrecillo protagonizó nuestro festival. Nos pintamos su apellido en el brazo. Que alguien se apellide "Oye" da mucho de sí. Además nos lo encontramos al día siguiente entre el público de otro concierto.

Nos hicimos una foto con él...
No hace falta decir que él fue el único que salió con los ojos cerrados, aiisss.


Para que no se sienta mal y solo, Roser hizo este pequeño cambio...
Mal de muchos.....




Venga, os dejo otra foto del evento, para que os hagáis una idea de lo que fue.
¡Pero qué modernidá!








23 días

Crane vs Crane

Frasier: "La última vez que tú te pusiste enfermo, yo me reuní con tu grupo de terapia de temor a la intimidad"

Nails: "En realidad no estaba enfermo, es que intimaban demasiado"

Mediaspree Abwählen

Hace uns semanas recibí una carta en la que ponía "Abstimmungsbenachrichtigung". Sí, además de ser una palabrota quiere decir algo así como "notificación para votación".
Resulta que en la ribera del querido río Spree han presentado un mega proyecto urbanístico ("Mediaspree") que pretende construir una cantidad enorme de edificios de oficinas y viviendas privadas, tanto edificios bajos como edificios en altura, además de algún puente más para el paso de vehículos, en la imagen se ve en rojo lo que quieren construir. Esta propuesta es increíblemente agresiva para la zona, supone un gran impacto que se traduce en la ocupación de la ribera del río y su masificación. Una plataforma ciudadana ("Mediaspree versenken", que quiere decir "hundir Mediaspree") se puso en marcha para intentar frenar este proyecto.
La cuestión es que se decidió hacer este domingo pasado una especie de consulta ciudadana a modo de referéndum en el distrito de Friedrichshain-Kreuzberg (donde se encuentra esta zona del río) para preguntar por la propuesta y la alternativa presentada por esta plataforma.
La carta que recibí me decía que podía ir a votar ese domingo, como ciudadano que soy registrado en el ayuntamiento del distrito.

He aquí mi doble sorpresa:
1º. Que den a los ciudadanos la oportunidad directa de opinar sobre u tema que afecta a la ciudad.
2º. Que yo pueda votar, no llevando viviendo aquí ni un año.

Con lo que a mí me gusta votar (y después de la desilusión de no poder votar en el otro referéndum sobre el aeropuerto de Tempelhof) esta noticia me hizo mucha ilusión.

Por supuesto, el domingo fui a votar. Fue genial enseñar mi dni español, que me tacharan de la lista del censo, que me dieran la papeleta color naranja para rellenarla, que me sentara en la cabina para escribir mi voto y meter la papeleta después en la urna. ¡Viva la democracia! Yo con estas cosas me pongo, os lo digo en serio, jejeje.



Por cierto, ganó nuestro "no" al macro-proyecto con un 87% de los votos. ¡Toma ya!

Radiohead

El pasado 8 de julio se celebraba en Berlín la festividad de San Thom Yorke, o como lo dirían los ateos y agnósticos, el concierto de Radiohead. Y es que esa gente no es normal (Radiohead, me refiero; los ateos y agnósticos el único problema que tienen es que no han conocido LA verdad).

Puede sonar exagerado, pero no soy el único que decía que después de ver a Radiohead en concierto ya podía morirse en paz. Eso no quiere decir que ahora quiera morirme, sino que ya está tachado de la lista algo que estaba muy muy arriba de ella.

Fuimos al concierto casi todos, tanto fielles incondicionales como amantes de la buena múscia en general. El lugar era también especial, un claro en forma de teatro en medio del bosque (ese era el toque Berlín). La llegada parecía una peregrinación por toda la gente que íbamos en la misma dirección.

Meses (no recuerdo cuántos) guardando la entrada solo para el preciso instante en el que la cortan por la delicada línea de puntos que pone Kontrolle (la elegante entrada no se quedaba ajena a la importancia de la cita). Desde ese momento ya solo queda disfrutar. Disfrutar de la espera, de la gente, de los pins con las mejores imágenes de la iconografía del grupo, de los hombres-cerveza, de las apuestas por saber cuál será la primera canción (un poco friki el tema).

Radiohead salen al escenario, en ese momento concreto la lluvia empieza a hacerse presente de verdad. Para la tercera canción, There There (la primera fue 15 Steps), la lluvia se convirtió en torrencial, lo cual no molestó ni siquiera un poco, no parábamos de gritar que nada nos iba a estropear el momento. Y desde luego que no lo hizo, la lluvia nos permitió disfurtar más, si cabe, de ese momento de locura colectiva en el que nos metimos de repente. La lluvia paró justo después.

Ya mojados todos seguimos disfrutando del resto del concierto. Me sigo sin poder creer que alguien pueda tocar tan bien y hacer que tocar una canción genial tras otra parezca fácil. Una detrás de otra, todas eran buenas, no había niguna que no conociéras o que no te gustara. Tocaron muchas del último disco, vale, pero a mí el último disco me encanta y tampoco pretendo que toquen las mismas canciones de siempre, en todos los conciertos. Faltaron Karma Police, Creep, dicen que también les faltó High and Dry, Just... Pero entonces a mí me faltaron también Pyramid Song, Climbing Up the Wall... y así hasta decirlas todas. Eso sí, pudimos escuchar No Surprises, Paranoid Android o la genial Idioteque (a petición subliminal de Alicia) como gran colofón.

La escenografía no se quedó en un segundo plano. Otro alarde de genialidad. Y es que una buena iluminación puede ser de lo más sencilla (que no simple) y a la vez tremendamente sobrecogedora e impactante, pero sin eclipsar al grupo, lo cual es prácticamente imposible.

¿Cuerpo después del concierto? ¡Que sigan, que sigan, por favor, que no se acabe (nunca)!





p.d.: La entrada que tango guardé, se me perdió. Pero encontré esta otra, que sacia mis ansias como buen Diógenes fetichista que soy. Estaba en el suelo, pisada, un poco mojada, doblada y esperando a que yo la cogiera y me la llevara a casa. La acompaña el simpático demonio llorón... bonita pareja.







37 días más en Berlín

tac tac toc

Este martes tengo que entregar un corto de 3 minutos para una asignatura de filmación y montaje. No sabéis lo que se puede tardar en montar una película. Me he pasado el fin de semana entero en la casa de uno de mis compañeros de grupo para acabarlo, de hecho, el sábado dormí en su casa. ¡Y todavía no está acabado!

El corto tiene que tener relación con la arquitectura... que estoy estudiando arquitectura, por si acaso a alguno ya se le ha olvidado, viendo lo que hago por estos lares. Pues bien, nuestro tema tiene que ver con la relación entre la arquitectura y la música (tercer concepto en discordia). Fuimos a filmar a un edificio abandonado, que se supone que era un taller de reparación de trenes (la verdad es que es un dificio super raro) y ahora está en desuso. Grabamos los sonidos que podíamos hacer con el edificio, como abrir una puerta o una ventana, los pasos sobre los tablones de madera o los golpes sobre las barandillas de metal. Con todo esto intentamos crear una melodía o unos ritmos, algo así como una canción.

Todo esto viene a que con el asunto del vídeo y del montaje, de los ritmos y las melodías con sonidos de la vida real; todo me parece una melodía o un sonido que es una canción en potencia. Todo suena y todo parece tener ritmo.



Y si encima lo combinas todo a propósito, puedes llegar a hacer cosas como esta que me enseñó mi otra compañera de grupo. Está muy currado.






Nosotros no aspiramos a tanto. Ya os enseñaré nuestro resultado cuando lo tengamos listo.

elephant

No sé por qué, pero me ha venido a la cabeza esta película, Elephant, de Gus van Sant.
Ésta es una de esas películas que te deja con una sensación extraña después de verla, te quedas en silencio pensando en lo que has visto. Es una película muy sencilla, pero que se disfruta. Hay quien dice que es lenta y aburrida, pero yo no lo creo en absoluto, tiene muchos detalles.
Os recomiendo que la veáis, merece la pena.










44 días más en Berlín

a la tercera....

Ayer fui al Berghain, o lo que es lo mismo, al Panorama Bar. ¿Que qué es eso? Pues se supone que es el local más guay, "cool", moderno y desfasado de Berlín, solo os digo que está todo permitido excepto llevar cámara de fotos, porque lo que se puede ver allí es como para que se quede allí y no salga a la luz, jeje. Es la discoteca por antonomasia. No se puede estar un año en Berlín y no ir al Panorama, pero claro, eso no es culpa de uno. Y es que el sitio es un tanto exclusivo. Aquí los puertas no se molestan en darte una explicación o razón por la que no te dejen pasar, directamente dicen "porque no". Este tipo de historias me ponen enfermo y paso bastante del tema. Yo había intentado entrar en dos ocasiones, las dos fallidas. Que no puedo entrar, ¡pues me voy al club de al lado!
Pues bien, ayer había fiestón en el Panorama. Y allí que fuimos, pronto, claro, para no tener cola. Claro que si te encuentras a un amigo italiano y te cuelas y solo tienes que esperar 20 minutos, pues mucho mejor.
Y sí chicos, a la tercera fue la vencida. La fiesta, muy bien. El calor, exagerado. El Jägermeister con Red Bull, combinación peligrosa. El croissant relleno de salchicha a las 7 de la mañana, una bendición.










44 días más en Berlín

julio

Una amiga mía, Elsa, me hizo un calendario para que lo usara durante el Erasmus. Empezaba en Septiembre y acababa en junio. Perfecto. Lo de que acabara en junio no me importaba aunque ya supiera que iba a volver después, pero me parecía tan lejano julio, que no lo pensé. Ahora estamos ya en julio y ya he acabado el calendario que me hizo Elsa. Eso quiere decir que ya he tachado 10 meses. Eso quiere decir que a esto le queda ya muy poco, eso quiere decir que voy a dejar de pensar en ello porque me pongo enfermo.


p.d.: intentaré que la frecuencia de entradas aumente, lo siento, el calor y los pensamientos profundos sobre el futuro de mi existencia no dejan que me organice.

p.d.2: la verdad, ahora que lo pienso, tengo otro calendario, que también me regalaron y que tiene todo 2008 y era muy "bonito". Siéntanse aludidas todas y cada una de los meses, jain jain.