Torre de observación en un bosque de Lausanne. Resulta que cada peldaño y cada barra del pasamanos tiene un letrero con la persona u organización que ha ayudado económicamente a la construcción de la torre. Vas viendo nombres y nombres hasta que te topas con esto: un koala feliz. Parece ser que este koala (que tiene que ser muy feliz si su nombre es "koala feliz") ha puesto dinero para que se haga la torre. La verdad es que me daba cague subir (tengo vértigo) y descubrir que un animalito australiano de 14 kilos ha ayudado a hacerlo no me ayudaba a tranquilizarme.
Haribo!!!!!!! Nada más lejos de mi intención es hacer publicidad de estas deliciosas gominolas. Pero es que están tan ricos los ositos, y son los originales (ya lo dice el osito grande, que es mejor y más listo que los demás porque tiene ese lazo en el cuello). Si ya lo dice la propia bolsa: "Haribo macht Kinder froh" (hace a los niños felices), ¡¡¡¡¡¡pero qué verdad tan grande!!!!!
Castillo de Chillon, en Montreaux. Pequeña puerta con una cerradura no tan pequeña. Märia está poniendo cara de "no me quiero imaginar cómo debe ser la llave".
Castillo de Chillon otra vez, en Montreaux también. Letrinas, vale. Agujero que deja que "eso" se caiga al mar, vale. A quince o veinte metros de altura, ¿por qué? Y si uno tiene vértigo y tiene un apretón, yo preferiría cagar en el suelo antes que ahí, ahhhhhhh. [quizás estoy dramatizando demasiado]
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