Pues bien, ayer no paró de llover y nos calamos en nuestro intento de ver un poco la ciudad, aunque al final no estuvo tan mal y fuimos a comer por Kreuzberg y vimos unas tiendas de ropa de segunda mano por Mehringdam. Lo de la cena sí resultó, compramos para hacer salchichas con salsa de curry y patatas fritas, además de una ensalada bañada en salsa de yogurt, todo esto acompañado por una cerveza rosa que sabía a frembuesa o algo así, un invento bastante raro, yo la verdad es que me quedo con la cerveza alemana de toda la vida. Pues bien, después tocaba el concierto de jazz, pero nos habían dicho que empezaba a las 12.30, cuando lo cierto es que empezaba a las 10.00, por lo que pudimos ver exactamente cuatro segundos de concierto, pero en el local ese siempre ha conciertos gratis, así que ya volveremos.
En cuanto a la fiesta en el Oktagon, nos lo pensamos mucho porque costaba 6 euros la entrada y Javi, Chema, Amaia y yo preferíamos ir al Rosi's, que ponían música de la que nos gusta. Por cierto, ya os iré contando quiénes son esos de los que acabo de hablar.
Pues bien, al sitio este se entra por una puerta de un kebap, bajas unas escaleras, cruzas un jardín y te encuentras con el edificio abandonado (como no) donde hay una habitación con música. Por el maravilloso sistema de Pfand (la fianza de las botellas), pudimos recuperar parte de la entrada e incluso beber gratis.